Pulsa en el perfil para ampliarlo

Etapa corta de 11,3 km que discurre mayoritariamente entre zonas de cultivos, salvo en su tercio medio que cruza parte de una paramera, elemento principal del paisaje de sobrecogedora belleza de las tierras altas de la cuenca del Escalote. Este tramo de recorrido pasa de la cuenca del río Talegones a la del río Escalote. Tras partir de Arenillas el siguiente pueblo que encontramos es La Riba de Escalote, de sencilla arquitectura, en el que únicamente destaca la iglesia de San Miguel, de origen románico pero con numerosas reformas, principalmente en el siglo XVII. En las afueras del pueblo se encuentra la ermita de San Hipólito, construcción barroca con una portada románica reutilizada. En el cerro junto al pueblo, podemos visitar la torre Melero, atalaya islámica que nos recuerda los avatares ocasionados por los continuos movimientos militares de musulmanes y cristianos en una zona entonces fronteriza, en torno al siglo X.

La etapa concluye en Rello, que es uno de los pueblos que mejor conservan su recinto amurallado. Encaramado en una meseta rocosa, todo él se encuentra rodeado de una muralla bien conservada y restos de un castillo. Dando a conocer su potestad de juzgar, en la plaza del pueblo se conserva un rollo o picota, que es en realidad una bombarda de hierro del siglo XV, que dio lugar al trabalenguas: ”El rollo de Rello es de hierro”.

El paisaje de la zona está presidido por mosaicos de áreas de cultivos y vegetación arbustiva esteparia, típica de las parameras calcáreas del sur de Soria. Las áreas arbustivas presentan una estructura abierta de matorrales almohadillados y espinosos adaptados a los fuertes vientos de la zona. Tampoco pasa desapercibida una ancestral ganadería extensiva ovina en los ambientes de paramera, a tenor de la abundancia de majadas, corrales, descansaderos, abrevaderos, etc. que encontramos por el camino, la mayoría en ruinas o en desuso.

Llaman la atención los afloramientos de suelo rojos o multicolores en laderas abruptas que rompen la monotonía del paisaje gris calcáreo dominante de la paramera. Son las arenas arcosas, areniscas detríticas muy poco compactadas y fácilmente erosionables en las que predominan cristales de cuarzo y feldespatos que vemos brillar desde lejos. El color rojizo de sus estratos se debe a las deposiciones de hematita (óxido de hierro) que se forman alrededor de los granos de arena.

Cerca de Arenillas, el GR corta transversalmente con la Cañada Real Galiana que nace en las sierras sorianas y riojanas del Sistema Ibérico septentrional, a más de 100 km de aquí y finaliza en Extremadura después de recorrer más de 700 km. En la zona estas vías pecuarias mantienen una anchura máxima de 45 m. En las márgenes del arroyo de la Canaleja encontramos esbeltas formaciones vegetales de álamos temblones (Populus tremula) y de chopos negros (Populus nigra). Sobre todo destacan las alamedas de temblones (llamadas así porque el largo pecíolo de sus hojas las hace temblar ante brisas inapreciables) por ser árboles más frecuentes en paisajes de montaña de centro Europa y relictos y raros en esta área continental mediterránea. Los álamos temblones forman bosquetes densos que en realidad suelen ser un único individuo clonado; es decir, si descubriéramos todas sus raíces nos sorprendería ver que es un único y gigantesco organismo entrelazado.

A pesar del aspecto desolado de la región, existen pequeños rincones en la zona donde podemos encontrar especies propias de montañas pirenaicas y alpinas que en algún momento de los avatares geológicos han saltado hasta aquí desde los Pirineos o los Alpes, como en el caso del lino amarillo (Linum campanulatum) o la singular leguminosa Chamaespartium delphinense.

---

Ciclabilidad

100%

---