Larga etapa de 24,6 kilómetros que nos lleva hasta las mismas faldas del Moncayo. Utiliza diversos tipos de caminos que recorren una gran variedad de paisajes y de zonas con valores naturales destacables como modelados cársticos, sabinares, lagunas y áreas con flora de extrema rareza, entre otros. Coincide en un corto tramo con el GR 260 (Vuelta al Moncayo o Calcenada), sendero zaragozano-soriano de 104 km que circunda el Moncayo.
Borobia fue enclave fronterizo entre Castilla y Aragón, gozó de fuero, otorgado en el año 1131 por Alfonso I el Batallador. En el siglo XVIII destacó por su industria textil y el transporte con mulas, estimuladas ambas actividades por su situación de puerto fronterizo y lugar de importante de flujo comercial. El entorno de Borobia ha constituido un estratégico enlace con las culturas mediterráneas de la cuenca del Ebro. Por los pasos naturales o collados de sus sierras que cierran la meseta del Duero, han llegado el vino y el aceite hasta las altas tierras sorianas desde comarcas con climas más benignos, y han circulado rebaños y pastores entre montañas y valles. Destaca su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Ascensión, gótica del siglo XVI, en cuyo interior se conserva el sepulcro de Carlos de Arellano (1568), mariscal de Castilla. Podremos visitar un observatorio astronómico de alta tecnología abierto al público, donde regularmente se realizan numerosas actividades y cursos dirigidos a todas las edades, aprovechando las excepcionales condiciones que ofrece la limpia atmósfera de Borobia.
En su entorno se localiza la ermita de Nuestra Señora de los Santos, del siglo XVIII, a cuya concordia pertenecen varios pueblos rayanos de Soria y Zaragoza. Fundada según la leyenda por Santo Domingo de Guzmán en el entorno de su antigua huerta, se ha dispuesto un jardín botánico con especies de árboles y arbustos de todo el mundo. Junto a ella se encuentra la Mina Gandalia, una mina de hierro a cielo abierto, ya cerrada, cuya cantera principal ha quedado inundada formando una laguna. A los pies del Moncayo se sitúa la localidad de Cueva de Ágreda, en el valle del río Araviana. Debe su nombre a la cueva situada sobre el pueblo, escenario de antiguas leyendas, donde reside una importante colonia de murciélagos cavernícolas integrada por el murciélago de cueva (Miniopterus schreibersi), el murciélago grande de herradura (Rinolophus ferrumequinum) y el pequeño de herradura (Rinolophus hipposideros). Este enclave junto con la cueva de Covarrubias en Ciria constituyen uno de los refugios mas destacados para estas especies en Castilla y León. A nivel nacional y europeo todos los murciélagos, y especialmente los cavernícolas, están considerados muy amenazados, sobre todo por la alteración de sus hábitats, quedando confinados a grandes cuevas inaccesibles con poco interés para el turismo y la espeleología.
Sobre la arquitectura popular de la localidad destaca el edificio de la iglesia parroquial bajo la advocación de la Virgen de la Cueva. En el entorno de Cueva de Ágreda se puede visitar la pequeña ermita de la Virgen del Monte y el prado de La Dehesa, donde se encuentran robles de gran tamaño. Las paredes umbrías del cañón del río Manubles guardan numerosos elementos florísticos valiosos entre los que destaca la rompepiedras (Saxifraga moncayensis), planta endémica del macizo del Moncayo y de otras montañas de su periferia, además de otros endemismos ibéricos como Silene boryi, Biscutella bilbilitana o Sideritis spinulosa, plantas todas ellas adaptadas a la vida en medios pedregosos. En sus paredes nidifican diversas aves rapaces como el águila real, buitre leonado, alimoche, halcón común y búho real. En las laderas umbrías del cañón se dan singulares bosquetes de arces de Montpellier (Acer monspessulanum), llamativos por el intenso colorido amarillo y rojo carmesí de sus hojas en otoño.
Las lagunas de Ciria y Borobia son consideradas de interés prioritario para su conservación en toda Europa, por representar a cuerpos de agua que suelen secarse en verano. Son ambientes fluctuantes, muy singulares forman parte del complejo lagunar del espacio natural de ámbito europeo “LIC Sabinares de Ciria- Borobia”, de gran valor ecológico y catalogadas como de interés prioritario para su conservación. Son ambientes muy raros en la mitad oriental de Castilla y León, con una vegetación muy rara y adaptada a las aguas temporales. Destacan como especies de plantas propias de estos ambientes protegidas a nivel regional, destacan Littorella uniflora y sobre todo Elatine alsinastrum, para la cual la laguna de Borobia constituye un fragmento aislado de su área de distribución ibérica centrada en el oeste peninsular. Además es un lugar de nidificación para las aves como el aguilucho lagunero occidental, zampullín chico, cigüeñuela, focha común o ánade azulón. Durante el paso migratorio y el invierno se pueden observar además: cigüeña negra, garza real e imperial, ánsar común, grulla, chorlitejos, etc.
En los afloramientos rocosos de las zonas basales de la Sierra del Tablado, entre el collado de la Tranca y la ermita de la Virgen de los Santos, podemos encontrar una planta extremadamente bella y rara, perteneciente a la familia de los geranios, denominada como Erodium paularense. Esta especie figura en el Libro Rojo de la flora amenazada de España con la categoría de “En Peligro” y en la normativa de protección de la flora de Castilla y León con la categoría de “En Peligro”, siendo una de las especies más amenazadas y de mayor valor biogeográfico de la región e incluso del territorio nacional. Es una especie endémica del centro de la Península Ibérica, presente en las provincias de Soria, Zaragoza, Teruel, Guadalajara, Madrid y Segovia, donde aparece en unos cuantos lugares muy concretos. El paisaje abierto y luminoso con inmensos praderíos de montaña de las sierras del Tablado y de la Gimena nos sugiere una larga tradición ganadera. La línea de altos de la Gimena parte de la misma ladera donde está recostada Borobia y está recorrida por una importante vía pecuaria que conducía los ganados hacia Aragón. Este territorio presenta un complejo entramado de “cabañeras” o caminos para el ganado, que permitían una trashumancia de corto recorrido, conocida como trasterminancia. Por este entramado ha viajado la cabaña de ovino en invierno hacia la cuenca del Jalón en la comarca de Calatayud, para regresar en la primavera a los pastos de las tierras altas de la sierra del Moncayo y de montañas circundantes como el Madero, el Tablado, Toranzo, la Gimena, etc. Hacia finales del siglo XIX, Borobia contaba con una cabaña de ovino de unas 6.000 cabezas estantes y unas 6.400 cabezas trashumantes. Desde entonces ha ido en declive, aunque hacia 1990 aun conservaba hasta 5.000 cabezas de ovino.
Las aguas de la vertiente del Duero del Moncayo y de las sierras del Tablado y Toranzo, confluyen en la fosa de Beratón surcada por el río Araviana. Fluyen en superficie sobre las rocas impermeables de las laderas del Moncayo y cuando llegan al valle se infiltran mayoritariamente en las calizas y dolomías permeables, a través de un complejo sistema subterráneo de cuevas y galerías, por lo que no es extraño ver el cauce del Araviana seco. Se da la particularidad de que gran parte del área de absorción de estas aguas del Moncayo pertenece superficialmente a la cuenca del Duero, mientras que el desagüe principal vierte al río Queiles, afluente del Ebro, fenómeno que se conoce como “captura de cuenca”. Las aguas del Araviana de la Cuenca del Duero, son capturadas por el Queiles de la Cuenca del Ebro. Por ello hay mucho de cierto en el dicho popular que clama: ¡Ah Moncayo traidor, que robas a Castilla y haces rico a Aragón! Las calizas de esta zona son ricas en elementos geológicos de origen cárstico como la torca de la Sima de los Trabucos o el lapiaz de las Patadas del Diablo, enclaves por los que pasa el GR 86. Por el carácter rocoso de estos lapiaces, apenas puede prosperar la vegetación arbórea y en su lugar predominan pastizales con matorrales almohadillados espinosos de bajo porte, de floración intensa morada en primavera, conocidos como erizones, cambrones o cojines de monja (Erinacea anthyllis), bien adaptados al viento imperante en la zona y al mordisqueo de las ovejas. Estas formaciones vegetales constituyen el elemento paisajístico característico de los suelos rocosos de esta zona y de las muelas calcáreas que circundan el Moncayo.
Horario
4h. 19min.
Des. Subida
261m.
Des. Bajada
218m.
Distancia
15,3km.
Recorrido
Travesía
Severidad
1
Orientación
2
Dificultad
2
Esfuerzo
3
Graduación
1 Min / 5 Max
Prohibido circular a motor
No introduzcas especies
Si llevas perro, controlalo
Ritmo de marcha 3-4 km/h.
No arrojes basuras
Matén limpios ríos y arroyos
Prohibido acampar
Respeta animales y plantas
Prohibido hacer fuego
No seas ruidoso
Infórmate del tiempo
Comprueba tus baterías
Lleva comida y bebida
No te sobrevalores físicamente
No vayas solo o informa de tu ruta
Lleva un vestuario y equipo adecuado
RECUERDA llama al 112 ante cualquier incidencia
Continúa sendero
Dirección errónea
Giro derecha
Giro izquierda