RAMAL DE ALMAZAN
Monteagudo de las Vicarias-Morón de Almazán


Pulsa en el perfil para ampliarlo


El ramal de Almazán, sin ser una variante propiamente dicha, conecta el valle del río Nájima y la comarca de las Vicarías con el trazado original del GR 86 que atraviesa los pinares resineros del centro provincial hasta la localidad de Almazán. Consta de dos etapas que resuelven eficazmente la distancia de casi 40 km que separa las localidades de Monteagudo de las Vicarías y Almazán. Esta primera etapa de 26,2 km une las cuencas del Ebro y Duero a través de zonas esteparias secas, campos de labor y cuestas de yesos de las parameras de los altos de Alentisque cubiertas de encinares y quejigares. En todo su trayecto solo pasa por la localidad de Chércoles, lo que nos da una idea del grado de despoblación de esta zona, como tantas otras de la provincia de Soria. La localidad de Morón de Almazán se encuentra en la porción este de la Cuenca de Almazán. En ella destaca el conjunto histórico-artístico de la Plaza Mayor, edificada por iniciativa de sus señores, la familia Hurtado de Mendoza entre los siglos XV-XVI. Entre los edificios más representativos de esta plaza encontramos el del Concejo, antiguo ayuntamiento construido a finales del siglo XV. La fachada está dividida en dos pisos: el inferior porticado con tres arcos escarzanos apoyados sobre pilares cilíndricos con decoración estriada y florones; y el superior que mantiene la estructura de tres arcos. Junto a él se sitúa el palacio de los Hurtado construido con sillería donde destacan la ornamentación de la portada y las ventanas. Hoy alberga el Museo Provincial del Traje Popular, que recoge una amplia colección de vestidos procedentes de toda la provincia.

En la zona más elevada de la plaza se localiza la iglesia gótica de Nuestra Señora de la Asunción. Tiene planta de nave única, dividida en tres tramos cubiertos con bóvedas de terceletes, capillas laterales y cabecera cubierta con bóveda de crucería estrellada. En su interior destaca una talla románica de la Virgen, el sepulcro de uno de los Mendoza y su retablo barroco del siglo XVIII. A los pies de la iglesia se levanta una imponente torre de cuatro cuerpos con decoración escultórica plateresca. Junto a la iglesia se encuentra el rollo gótico, actualmente desplazado de su posición original. Exhibe un remate cónico decorado con flores de lis, insignia jurisdiccional y picota. En él se exponía a los malhechores y delincuentes para escarnio público. Morón cuenta entre su oferta turística con un campo de golf de 9 hoyos situado en la dehesa.

Esta zona es una puerta de entrada de la cuenca del Ebro a la del Duero o viceversa. La vertiente del Ebro se pone de manifiesto por el relieve intrincado con laderas erosionadas y barrancos profundos de yesos y arcillas rojas y blancas, labrados por el potencial erosivo de los arroyos y cauces que descienden abruptos desde los altos de Alentisque hacia el río Nájima. Contrariamente, la vertiente del Duero se manifiesta, ya mismo desde la divisoria de aguas en Alentisque, como una altiplanicie ligeramente basculada al N, surcada por arroyos de escasa pendiente que, tras cruzar los extensos campos de labor de la Tierra de Almazán, vierten directamente al Duero en no más de 30 km.

La divisoria de aguas entre Duero y Ebro en esta zona es la más inapreciable de todas las de Castilla y León, y es la que muestra menor desnivel entre ambas cuencas, lo cual le cualifica como un excelente corredor natural para el flujo de especies entre ambas.

Por esta misma razón, tampoco es de extrañar que estos altos estén surcados de vías pecuarias, o que sean un paso tradicional en rutas de intercambio comercial de aceite, vino, frutas y cereales entre ambas cuencas, también sesgadas por sus economías productivas.

Los bosques por donde transita el recorrido están constituidos por quejigares (Quercus faginea) y encinares (Quercus ilex subsp. ballota). Los quejigares, más exigentes en humedad edáfica y ambiental, muestran su preferencia por orientaciones frescas, fondos de vallejos o vaguadas con suelo profundo y pies de laderas de yesos o margas con alta capacidad de retención hídrica, mientras que los encinares ocupan las exposiciones más soleadas y los suelos más rocosos y disgregados. En el paraje de Valdemilán podemos apreciar un pequeño rodal de encinas con varios individuos gruesos y longevos. Las zonas de suelos desnudos en pendientes, en ocasiones erosionadas, delatan la presencia de yesos masivos de colores blancos o rojizos, un tipo de sustrato que dificulta la instalación de vegetación arbórea y sobre el cual se instalan comunidades arbustivas de gran valor ecológico y consideradas en Europa de una prioridad de conservación mayor que la de muchos bosques. Fieles a estos ambientes se encuentran algunas vistosas plantas como el astrágalo de yesos (Astragalus alopecuroides), el teucrio lanoso (Teucrium gnaphalodes), el asnallo (Ononis tridentata) o la moricandia (Moricandia moricandiodes), que crecen entre los matorrales dominantes en el paisaje como la aliaga (Genista scorpius), el romero (Rosmarinus officinalis), el tomillo (Thymus vulgaris), el chupamieles (Lithodora fruticosa) o la hierba pincel (Staehelina dubia), entre otros.



Ciclabilidad
90%




Horario
7h. 18min.

Des. Subida
446m.

Des. Bajada
234m.

Distancia
26,2km.

Recorrido
Travesía

Severidad
2

Orientación
2

Dificultad
2

Esfuerzo
4

Graduación
1 Min / 5 Max


Recomendaciones

Prohibido circular a motor

No introduzcas especies

Si llevas perro, controlalo

Ritmo de marcha 3-4 km/h.

No arrojes basuras

Matén limpios ríos y arroyos

Prohibido acampar

Respeta animales y plantas

Prohibido hacer fuego

No seas ruidoso


Recuerda siempre

Infórmate del tiempo

Comprueba tus baterías

Lleva comida y bebida

No te sobrevalores físicamente

No vayas solo o informa de tu ruta

Lleva un vestuario y equipo adecuado


RECUERDA llama al 112 ante cualquier incidencia


Símbolos del sendero

Continúa sendero

Dirección errónea

Giro derecha

Giro izquierda