Recorrido de 17,3 km que sigue el valle del río Nágima aguas arriba, transitando en ocasiones muy cerca de su ribera o ceñido a ella. El mayor valor de esta etapa son los paisajes esteparios de yesos que recorre, de gran singularidad en el contexto paisajístico europeo. Aunque es una etapa sencilla que se desarrolla por caminos agrícolas y que salva muy poco desnivel, no es recomendable hacerla en periodos calurosos. Después de salir de Monteagudo, Torlengua es la siguiente localidad que nos encontraremos en el valle del río Nágima. Destacan su iglesia parroquial de Santiago Apóstol, con su torre, y las ermitas de la Virgen del Pilar y de San Sebastián. En los alrededores del pueblo se encuentran numerosas bodegas y restos de algún lagar.
Antes de llegar a Torlengua, el sendero pasa por la Granja de Cántavos, primitivo asentamiento del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. Hasta aquí se desplazaron monjes franceses del monasterio de Berdous para fundar un monasterio que pocos años después lo trasladarían a Huerta buscando mejores condiciones de vida. Se conservan la base de una atalaya islámica de planta circular del siglo X y los restos de una granja moderna con diferentes estancias que se abren a un patio central, que reutiliza la planta baja de la atalaya como oratorio. Siguiendo el río llegamos a Serón de Nágima, donde nos sorprenderá en lo alto del pueblo un castillo construido con tapial de arcilla, siendo el único conservado en la provincia de este material. De planta rectangular, presenta dos torres cuadradas en la zona más alejada de la localidad. Se tienen referencias documentales sobre él desde el siglo XII. La iglesia de Nuestra Señora del Mercado, de estilo gótico, fue construida en el siglo XVI. Construida con nave única dividida en cinco tramos cubiertos con bóveda de cañón con lunetos. Su capilla mayor, pentagonal con bóveda de crucería, alberga un rico retablo churrigueresco.
En la Capilla del Santo Cristo se conservan restos de una iglesia románica del siglo XIII, la antigua parroquia de la Santa Cruz. En el siglo XIX pasó a ser el cementerio del pueblo. La Plaza Mayor del pueblo conserva algunos edificios con soportales sobre columnas de piedra de gran interés. A las afueras del pueblo se encuentra la ermita de San Roque, pequeña edificación de planta cuadrada con pórtico. A pocos kilómetros del pueblo se localiza la ermita de la Virgen de la Vega, del siglo XVII, de planta de cruz latina con cúpula y linterna sobre el crucero. El paisaje de este entorno está formado por complejos mosaicos de cultivos cerealistas y cerros de yesos rojos y blancos que configuran un singular ambiente estepario tanto para las aves como para las plantas.
Este área geográfica es una de las más áridas de la provincia de Soria y también de Castilla y León, con precipitaciones que rondan los 300 l/m2 anuales, dando lugar un clima subdesértico. La vegetación de escasa cobertura que divisamos en los cerros de las inmediaciones, casi siempre rodeados por cultivos, está representada por comunidades arbustivas propias de ambientes casi desérticos, muy raras en toda Europa, y muy similares a las de otros ambientes esteparios de lugares remotos como Irán, Turquía u Oriente Medio. Todas estas formaciones vegetales esteparias de escasa cobertura vegetal y de aparentemente escaso valor, son consideradas como hábitats naturales de interés prioritario para la conservación en Europa por la flora extremadamente rara que albergan, y que aparecen únicamente en unos pocos lugares de España.
El Embalse de Monteagudo de las Vicarías es un importante lugar de invernada y nidificación para las aves acuáticas. En la actualidad goza de un alto nivel de protección. Está incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial y forma parte de la ZEPA de Monteagudo de las Vicarías, perteneciendo a la Red Ecológica Europea Natura 2000. Para la difusión de sus valores ornitológicos cuenta con infraestructuras para la observación de aves. Podemos ver en algún momento del año diversos patos como el zampullín común, zampullín cuellinegro, porrón europeo, focha común y somormujo lavanco, ánade friso, azulón, pato colorado, etc. El vaso del embalse y diversos fragmentos de la cuenca del río Nágima representan una de las dos únicas áreas salobres de la provincia de Soria, junto con pequeños enclaves de la cuenca alta de Jalón en Medinaceli, Salinas de Medinaceli y Azcamellas.
Entre las plantas extremadamente raras que aquí podemos encontrar destacan Senecio auricula y Campanula fastigiata, ambas sin nombre vulgar por su rareza y por ser poco conocidas. Como otras plantas que aparecen estrictamente en ambientes salinos o de yesos, suelen presentar las hojas carnosas. Senecio auricula es exclusiva de estos ambientes áridos de yesos; se conoce en toda Castilla y León en la provincia de Soria, concretamente en el entorno de Monteagudo de las Vicarias y Fuentelmonge. La vegetación que crece en las riberas del río Nágima está presidida por choperas de chopo negro (Populus nigra) y chopo repoblado (Populus x canadensis), entre los que vemos diversos golpes de álamo blanco (Populus alba) que constituyen la vegetación arbórea original de estas riberas. El álamo blanco se distingue del resto de chopos por su corteza blanquecina que destaca en la mitad superior del árbol.
Horario
3h. 50min.
Des. Subida
156m.
Des. Bajada
185m.
Distancia
14km.
Recorrido
Travesía
Severidad
1
Orientación
2
Dificultad
2
Esfuerzo
3
Graduación
1 Min / 5 Max
Prohibido circular a motor
No introduzcas especies
Si llevas perro, controlalo
Ritmo de marcha 3-4 km/h.
No arrojes basuras
Matén limpios ríos y arroyos
Prohibido acampar
Respeta animales y plantas
Prohibido hacer fuego
No seas ruidoso
Infórmate del tiempo
Comprueba tus baterías
Lleva comida y bebida
No te sobrevalores físicamente
No vayas solo o informa de tu ruta
Lleva un vestuario y equipo adecuado
RECUERDA llama al 112 ante cualquier incidencia
Continúa sendero
Dirección errónea
Giro derecha
Giro izquierda