Etapa de 16,2 kilómetros entre las localidades de Ólvega y Matalebreras. El sendero da un rodeo por la sierra del Madero enlazando variados caminos (camino real, caminos de rodadura, cordales, sendas y calzada romana). El Camino Real atraviesa la sierra del Madero por un amplio collado, conocido como Cruz Verde. Se dice que por aquí pasó Felipe IV camino de la Batalla del Segre, y en las visitas a su consejera Sor Mª de Jesús en el Convento de la Concepción de Ágreda. Al llegar al collado, existe un enorme montón de piedras, al parecer, formado por los caminantes que a su paso arrojaban una piedra. Estos montones se denominan Hermas, vestigios de un viejo culto pagano al dios de las encrucijadas y caminos, Hermes para los griegos y Mercurio para los romanos. Esta costumbre se observa como cierta en el Camino de Santiago, en el que existe un desmesurado montón, similar al de la Cruz Verde, conocido como Cruz de Fierro.
Un tramo de la etapa discurre por el espacio natural de ámbito europeo denominado LIC “Quejigares y Encinares de la sierra del Madero”. Esta sierra hace de divisoria de las cuencas del Duero y del Ebro en esta área geográfica donde la Ibérica pierde altitud entre las mayores elevaciones de Urbión, Cebollera y Moncayo. El carácter mediterráneo que los vientos levantinos confieren a este espacio ha propiciado el desarrollo de las mayores masas continuas y mejor conservadas de encinas (Quercus ilex subsp. ballota) y quejigos (Quercus faginea) del sector soriano del Sistema Ibérico. Próximo a Juan Cañón, existe un ejemplar centenario de quejigo, conservado hasta nuestros días por hacer de «mojón viviente» entre términos municipales. En Valdeasnos se encuentra una masa de corpulentos ejemplares de quejigo, autenticos árboles notables que superan en ocasiones los 6 metros de perímetro. Estos monumentos vivientes, son vestigios de una vegetación que existió en mayor extensión en las vertientes sur y oeste del Madero. El árbol dominante de la sierra, la encina, se ve desplazada por el quejigo en aquellos enclaves calizos de suelos más profundos y con mayores condiciones de humedad.
Desde la posición privilegiada de la Sierra del Madero, se alcanza una magnífica vista de un buen conjunto de sierras del Sistema Ibérico. Además, se obtiene una buena perspectiva de la vertiente del Ebro, formada por un paisaje agrícola salpicado de pueblos que se pierde hasta los mismos Pirineos, visibles en días claros. En medio de todo este escenario destaca el omnipresente Moncayo, cuya mole se divisa, incluso, desde algunas cumbres del Pirineo Francés. El descenso hacia Matalebreras se efectúa por un magnífico tramo de la calzada romana entre Muro (Augustóbriga) y Masegoso. Se aprecian dos ramales, probablemente uno de subida y otro de bajada. Llama la atención lo recto de su trazado a través de altozanos, buscando las posiciones más seguras ante posibles ataques. La etapa finaliza en Matalebreras, pueblo situado junto a la carretera general de Soria a Zaragoza, a los pies de la sierra del Madero. En sus calles, se pueden ver varias casas solariegas con puerta de arco y escudo.
Horario
4h. 47min.
Des. Subida
341m.
Des. Bajada
378m.
Distancia
16,2km.
Recorrido
Travesía
Severidad
1
Orientación
2
Dificultad
2
Esfuerzo
3
Graduación
1 Min / 5 Max
Prohibido circular a motor
No introduzcas especies
Si llevas perro, controlalo
Ritmo de marcha 3-4 km/h.
No arrojes basuras
Matén limpios ríos y arroyos
Prohibido acampar
Respeta animales y plantas
Prohibido hacer fuego
No seas ruidoso
Infórmate del tiempo
Comprueba tus baterías
Lleva comida y bebida
No te sobrevalores físicamente
No vayas solo o informa de tu ruta
Lleva un vestuario y equipo adecuado
RECUERDA llama al 112 ante cualquier incidencia
Continúa sendero
Dirección errónea
Giro derecha
Giro izquierda